14 de junio de 2012
Un consorcio de inversores chinos, japoneses y suecos se hace con Saab
Ya era hora, por fin ha terminado todo el culebrón que ha rodeado a Saab durante los últimos meses, y todo se debe a la adquisición de Saab Automobile SA y dos de sus filiales por un grupo de inversores chinos, japoneses y suecos. ¿Y que va a ser de Saab ahora? pues se dedicará únicamente a la construcción de vehículos eléctricos.
En la operación se incluyen las instalacioes productivas de Saab en Trollhaettan y los derechos de propiedad intelectual del Saab 9.3, pero no del 9.5 ni del 9.4X.
Como ya hemos dicho los planes de los inversores suecos de la National Electric Vehicle Sweden (NEVS) pasan por convertir a Saab en un fabricante que se dedique exclusivamente a la producción de vehículos eléctricos, así se pretende lanzar el primer modelo eléctrico basado en el 9.3 entre los años 2013 y 2014.
Pero en paralelo al lanzamiento del 9.3 eléctrico se desarrollaría un modelo nuevo que incorporaría tecnología japonesa en materia de movilidad eléctrica. Estos planes contemplan la contratación de nuevos efectivos e ingenieros especialistas para empezar a trabajar inmediatamente.
La comercialización de los nuevos modelos de Saab será en un principio global, aunque el foco principal estará orientado al mercado asiático, y en especial a China, ya que según ha declarado el primer accionista de NEVS "Los clientes chinos demandan coches eléctricos premium y eso es lo que Saab puede ofrecerles".
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