Una vez más la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico por Carretera de Estados Unidos (NHTSA) vuelve a realizar su trabajo y pone a Jeep en el disparadero, concretamente es llamada la atención por su todoterreno Wrangler.
La firma perteneciente al grupo Fiat, tendrá que llamar a 67.872 Jeep Wrangler a revisión por unos fallos en la caja de cambio y el convertidor catalítico, en concreto el de la caja de cambios con transmisión automática, y el fallo en relación con el convertidos catalítico se produce debido a que puede acumular suciedad y provocar un incendio.
Las unidades afectadas fueron fabricadas en 2009 y pertenecen al modelo del Wrangler 2010. Jeep ha informado que sustituirá las piezas de riesgo, y también que afortunadamente aún no han tenido información referente a algún incidente en el que resultara herido algún usuario.
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