Durante el pasado año Seat redujo sus pérdidas operativas netas en un 27.6%, dejando la cifra en 225 millones de euros, y eso teniendo en cuenta que la matriz española experimentó un incremento de sus ventas en un 3.6%.
Las razones de la disminución de las pérdidas son simplemente dos, un incremento en las ventas y una reducción del coste de los materiales. Las ventas se han incrementando en un 3.6% alcanzando así un volumen de ventas de 362.000 unidades, lo que ha permitido incrementar la facturación de la marca en un 7.1%, llegando así a los 5.393 millones de euros.
Pero no todo son noticias "positivas", las pérdidas siguen ahí, y aunque las ventas se han incrementado significativamente en países como Alemania o Francia, en España, el principal mercado de Seat, sus ventas se redujeron con respecto al año 2010, además hay que añadir los costes para el desarrollo de nuevos productos, siendo el más importante de ellos el nuevo León, que se presentará este año y llegará dispuesto a dar guerra en el segmento C, el segmento de más volumen y por tanto de más importancia en Europa, lo que deja claro la importancia que tiene este nuevo modelo para Seat.
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